La gestión de personas es una de las áreas del “management” que mayor implicación tiene en la estrategia y en la consecución de objetivos del negocio.

El “valor añadido” que un área de RR.HH. es capaz de aportar a la organización es evidente y especialmente relevante en un mercado donde la productividad y éxito empresarial depende cada vez más de la capacidad para crear conocimiento en sus empleados y de la capacidad para utilizarlos y añadirlos a la cadena de valor del negocio.

La capacidad de una empresa para involucrar a las personas con la misión, visión, valores y metas corporativas, así como la capacidad de conocer las fortalezas y debilidades de las personas para desarrollar el potencial existente, marcan la diferencia y hace que la función de gestión de personas o recursos humanos adquiera importancia capital y que ésta sea pieza fundamental que dará sentido a la estrategia general de la compañía.

En consecuencia, los principales agentes en la creación de valor son las personas, por lo que la efectiva gestión de recursos humanos constituye en la actualidad uno de los elementos más críticos en la dirección estratégica de cualquier organización puesto que la relación entre ambas es muy estrecha, no se conciben organizaciones sin personas, estas son las que determinan y ejecutan las políticas que se determinan en clave estratégica.

Los modelos basados en la gestión organizacional como la planificación estratégica, la gestión del conocimiento, la gestión del talento, la gestión de competencias y el capital intelectual presentan un denominador común: pretenden la alineación entre la estrategia de gestión de personas y la estrategia empresarial, resultando determinante para el éxito de esta última contar con una adecuada gestión del capital humano, que actúe como socio estratégico de la dirección general de la compañía.

La clave está en comprender que la organización está formada por personas y que son ellas las que definen la dimensión real de la compañía, ellas generan ventajas competitivas y por tanto cuanto mejor integrada esté la organización y más se aprovechen las cualidades de cada uno de sus integrantes, más fuerte será la organización, y esto sólo es posible con políticas activas de gestión de personas.

Foto de fauxels en Pexels

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